El Ajuntament de Palma, actualmente dirigido por el socialista José Hila, no está viviendo su mejor época.
Las polémicas se acumulan en las puertas de Cort en los inicios de esta nueva legislatura. Unos reclamos que, pese al malestar de los ciudadanos de Palma, el alcalde no atiende. En las últimas semanas, CANAL4 Diario se ha hecho eco de noticias como la indignación de los colectivos y empresarios de Platja de Palma, la insistencia de las asociaciones de comerciantes sobre la regulación de los cruceros e, incluso, el enfado de los vecinos por la suciedad presente en cada esquina de la capital mallorquina.
Susana Hernández recrea, desde su particular visión de guionista de cine y televisión, una hipotética escena de la reconocida serie de ficción.
La presidenta del Govern, Francina Armengol, duerme en su cama.
El sudor de su frente y los movimientos bruscos que la acompañan ejemplifican la angustia que siente. Está teniendo una pesadilla.
La Reina del Archipiélago Este y Señora de Mallorca, Francina Armengol, se encuentra en el salón del trono junto a los diferentes miembros de su familia: La Casa de los Pactes.
Frente a ellos, en mitad de la sala, localizamos al alcalde de Palma, Lord José Hila-Baelish, quién no parece entender por qué está ahí.
Lady Catalina Cladera, presidenta del Consell, se dirige a su reina.
LADY CATALINA:
¿Seguro que quiere hacer esto?
REINA FRANCINA:
(Con firmeza)
No es que quiera hacerlo, es que mi honor y la ciudad de Palma así lo demandan.
LADY CATALINA:
¿Y qué demanda su honor?
REINA FRANCINA:
Que defienda a todo hombre, mujer y niño mallorquín de aquellos que buscan la destrucción de la isla.
LADY CATALINA:
(Conforme con la respuesta)
Adelante.
REINA FRANCINA:
(Esta vez, dirigiéndose a Lord Hila-Baelish)
Se os acusa de alta traición y de atentar contra el bienestar de la isla. ¿Qué respondéis ante tales cargos, Lord Hila-Baelish?
Todo el mundo observa con atención al Lord, a quien parece que este precipitado juicio pilla de improvisto. Algunos le miran con pena, otros con satisfacción y algunos incluso con asco.
LORD HILA-BAELISH:
(Intentando mantener la calma y mostrarse firme)
Disculpad, mi señora, pero creo no haberla oído bien. Lady Francina, estoy algo confuso.
REINA FRANCINA:
¿Qué cargos os confunden? Menospreciasteis al diputado Jarabo en la batalla por Son Busquets e hicisteis lo propio con las asociaciones de comercio, ocio y restauración en la Platja de Palma ante el turismo de excesos. ¿Lo negáis?
LORD HILA-BAELISH:
(Tras unos instantes de meditación)
Lo hice por protegeros. Lo hice por el bien de Palma.
REINA FRANCINA:
¿Por protegernos? ¿Por el bien de Palma? Ocultasteis información a los campesinos. Os reísteis frente a nuestra real Casa de los Pactes y mantuvisteis la ciudad sucia, repleta de basura nauseabunda. ¿Lo negáis?
(Poniéndose en pie)
Su único objetivo desde que llegó fue apoderarse de la alcaldía de Palma, traicionando al que en su día fue vuestro predecesor, nuestro aliado Antoni Noguera. ¿Lo negáis?
LORD HILA-BAELISH:
(Buscando una vía de escape)
Lo que Lady Catalina, o cualquier miembro del Pacte os dijera, no son más que patrañas. ¡Imaginan enemigos por doquier! No reconozco tales cargos. ¡Lo niego todo! No estabais ninguno para ver lo que pasó; ninguno sabe la verdad. Antes de escuchar a otras familias, como la Casa Popular o la Casa Ciudadanos, deberíais escucharme a mí… a vuestro hermano.
En ese momento, el concejal Lord Antoni Noguera, quién ha escuchado todo, entra en la sala.
LORD NOGUERA:
Yo estaba allí. Yo en primera persona soy partícipe de todos vuestros actos. Yo los confirmo.
En cuanto pronuncia estas palabras, el resto de los miembros de la Casa de los Pacte se levanta de sus asientos y, al grito de “¡Yo los confirmo!”, apoyan el testimonio del concejal.
Lord José Hila-Baelish mira incrédulo la escena, perdiendo los nervios por momentos. Está desesperado. Empieza a entender que no tiene escapatoria.
LORD HILA-BAELISH
(Agarrando servicialmente la mano de Francina Armengol)
Mi señora, me conoce. Fue usted quien me nombró alcalde. Siempre os he protegido.
REINA FRANCINA:
(Pronunciando con furia cada palabra)
¿Protegerme? El Pacte se hunde por su culpa.
LORD HILA-BAELISH:
Si pudiésemos hablar a solas en el Consolat de Mar…
REINA FRANCINA:
¡Basta de juegos, Lord Hila-Baelish! Su tiempo como alcalde de Palma finaliza hoy.
La reina Francina Armengol alza la mano y, al instante, un numeroso grupo de guardias se abalanza sobre Lord José Hila-Baelish para inmovilizarle.
LORD HILA-BAELISH:
¡¡¡SIEMPRE HE SIDO SU MANO DERECHA!!!
REINA FRANCINA:
(Con aire de superioridad)
No llegaste ni a meñique.
Con una orden de la reina, los guardias logran que los gritos de Lord José Hila-Baelish cesen de golpe. Él, y su alcaldía, han desaparecido para siempre.
Francina Armengol se despierta de golpe. Poco a poco sus ojos se van acostumbrando a la luz y empieza a comprender que todo ha sido una pesadilla. Un sueño fruto de su subconsciente en un intento de mostrarle sus mayores miedos.
La presidenta del Govern se reincorpora y mira el reloj. Es la hora de un nuevo día en el Consolat y debe reunirse con el alcalde de Palma, José Hila.
FRANCINA ARMENGOL
(Secándose el sudor de la frente)
Es la última vez que veo Juego de Tronos antes de irme a dormir.