Septiembre del año 2018. Ese fue el momento exacto en el que se activó la actual fase de desalojo y destrucción de Son Banya, ocasionando que los barrios palmesanos de Son Gotleu, La Soledad, La Vileta, Corea y El Hoyo se convirtiesen, a partir de aquel momento, en los nuevos puntos de suministro y venta de drogas, en los nuevos supermercados.
Son Banya se creó en 1968 de manera experimental con el objetivo de dar una vivienda digna a un centenar de familias gitanas que vivían en chabolas junto al mar, en dónde ahora se levantan las viviendas de lujo de El Molinar, frente a Can Pere Antoni.
Fue una iniciativa político-social con la que se buscaba conceder una mejor calidad de vida a todas aquellas personas con dificultades. Sin embargo, la realidad posterior del denominado oficialmente barrio de Son Riera ha sido muy distinta a lo que se esperaba. En los últimos cincuenta años, Son Banya se ha afianzado como el auténtico motor mercantil de las drogas en Palma, ganándose a pulso la reputación de ser una de las zonas más peligrosas y conflictivas de toda Mallorca.
Por todo ello, el Ajuntament de Palma arrancó una iniciativa en su momento unánime de todos los grupos políticos para acabar con el supermercado de la droga. El 12 de enero de 2018 el conjunto de formaciones políticas representadas en el Pleno de Cort firmaron un acuerdo político a través del cual se llevaría a cabo un extenso programa de desmantelamiento del poblado. El precio oficial de todo eso: 5,4 millones de euros destinados al derribo y realojo de los inquilinos de las chabolas.
El objetivo de acabar con el supermercado, pero, ha motivado su traslado a otras zonas de Palma. Las ventas no han desparecido. Nada más lejos de la realidad, sino que se han trasladado a otras zonas de Palma. El gran comercio de la droga de Son Banya se ha segmentado. Ahora los narcotraficantes de la isla almacenan y suministran la droga en otros puntos de Ciutat, como son las barriadas de La Soledad, Son Gotleu, La Vileta, Corea y el poblado ilegal de El Hoyo, en el Secar de la Real.
Un ejemplo de todo ello es la acción realizada el pasado 4 de julio, cuando la Policía Nacional desarrolló una gran operación antidroga simultáneamente en los barrios de Son Gotleu, La Vileta y El Hoyo. A lo largo de todo el día, los agentes llevaron a cabo múltiples registros en viviendas sospechosas con la ayuda de los GEOS (Grupo Especial de Operaciones).
Pero el que se lleva la palma como nuevo supermercado de la droga en la capital balear es el barrio de La Soledad. Este es, sin lugar a dudas, la zona donde más venta ilegal de sustancias estupefacientes se ha generado tras el desmantelamiento del barrio de Son Banya. Las continuas intervenciones policiales contra el clan de El Pablo no han hecho más que confirmar lo que ya era una tendencia clara y concreta: la peste de la droga ha regresado a La Soledad.