Armengol ha presentado en una rueda de prensa conjunta con los presidentes de Cerdeña, Francesco Pigliaru, y de Córcega, Gilles Simeoni, el documento conjunto que las tres islas enviarán a sus respectivos gobiernos y entregarán a la comisaria de Política Regional, Corina Cretu, en la reunión que mantendrán esta tarde con ella.
"Si hay un apoyo muy fuerte de la UE y de los territorios nacionales a las RUP, no es justo que las periféricas no podamos acceder a esos fondos con una proporción mucho mayor que la que tenemos en estos momentos para garantizar la igualdad de oportunidades a los ciudadanos que tenemos el honor de representar", ha reclamado la presidenta balear en la conferencia.
Armengol ha criticado que las islas "periféricas" estén "muy lejos" de tener los fondos que la UE destina ahora a las regiones ultraperiféricas, entre ellas Canarias. "El problema es ser una isla", ha defendido, para después argumentar que "la carestía de vida siempre aumenta" sin importar "si estás más lejos o más cerca" de la costa de un territorio continental europeo.
"Pedimos un replanteamiento para que las periféricas podamos acceder en mayor proporción" a los fondos europeos", ha resumido, para después poner el ejemplo de Canarias, que ha recibido 1.800 millones de euros fondos europeos, frente a los 267 millones de Balears.
"Creo que es absolutamente injusto porque los ciudadanos de Balears tienen que tener los mismos derechos que los ciudadanos de Canarias y que los ciudadanos de todo el territorio peninsular", ha afirmado.
Armengol ha expresado su "preocupación" e "inquietud" con respecto a este hecho de cara a las negociaciones del próximo presupuesto a largo plazo de la Unión Europea, que cubrirá el periodo entre 2021 y 2027. Por eso, ha subrayado, una de las líneas de actuación de la "alianza" con Córcega y Cerdeña es pedir a los gobiernos de España, Italia y Francia que impulsen el enfoque a favor de las islas periféricas en las negociaciones de dicho presupuesto.
En el caso concreto de Baleares, la presidenta Armengol ha citados los retos que suponen para las islas Baleares la competitividad y la capacidad de desarrollo "en un mundo globalizado y digital". En concreto, ha hablado de "dificultades" en el sector de la energía, la digitalización de las islas o la logística en el sector de los transportes.