Según el relato del Ministerio Fiscal, los hechos empezaron en una playa del norte de Mallorca en verano de 2011. La manoseó por encima del bañador en la zona de pecho y la zona genital.
Semanas después, ya en el domicilio familiar, el acusado, con la excusa de darle masajes, se encerró con llave en la habitación de la víctima donde la penetró vaginalmente con los dedos y la masturbó. Ocurrió unas diez veces.
En una ocasión, le llegó a lamer la vagina y en una otra también intentó penetrar con su miembro pero la menor se apartó.
La Fiscalía sostiene que todas las veces la perjudicada sufrió un estado de gran paralización y aturdimiento lo que le impidió adoptar una actitud defensiva y de rechazo. La niña ha sufrido un muy grave trastorno anímico y emocional, sostiene el fiscal.
