Sin embargo, su defensa ha asegurado que no fue consciente de hacerlo porque sufría un trastorno mental transitorio. Los hechos tuvieron lugar en mayo de 2016 en Port de Pollença (Mallorca).
Durante su declaración, el hombre ha dicho que se había bebido unas 15 cervezas y varias pastillas de ansiolíticos y valeriana, que le habían recetado hacía unos días. Así, ha señalado que cuando llegó su mujer a casa le preguntó acerca de dónde había pasado toda la noche y que, tras su respuesta, se le "cruzaron los cables", se fue a la cocina a por "el cuchillo" y tras cogerlo se fue "tras ella" . Después de acuchillarla, bajó a la calle y ahí le dijo a la gente que le detuviera porque había matado a su mujer.
El acusado es I.C., un hombre de 60 años de origen rumano que carece de antecedentes penales. Durante el juicio, solo ha contestado a las preguntas de su abogado, que ha pedido su absolución porque en el momento de los hechos se encontraba bajo los efectos del alcohol y ciertas sustancias médicas por lo que sufrió un trastorno esquizoide y paranoide transitorio.
Según la fiscal Carmen Fernández, el día de los hechos el acusado mantuvo una fuerte discusión con su mujer en el domicilio en el que ambos convivían y tras esto la apuñaló varias veces. Por esto, le imputa un asesinato con alevosía por el que le pide 22 años de prisión. En concreto, según la Fiscalía, el hombre forcejeó con la víctima, a la que agarró del cuello. Tras esto, la mujer logró zafarse y huyó hacia el balcón de la terraza.
El Ministerio Fiscal sostiene que entonces el acusado fue a la cocina, cogió un cuchillo de unos 16 centímetros de hoja y alcanzó a la víctima en el balcón, donde le asestó varias puñaladas en la parte superior del pecho. Según su relato, cuando la mujer intentaba incorporarse agarrándose a los barrotes de la barandilla y pidiendo auxilio, el hombre volvió a acuchillarla por la espalda. La mujer falleció a consecuencia de las heridas pese a recibir ayuda médica urgente.
Para motivar su libre absolución, el abogado defensor ha dicho, además, que aun estando en la cárcel su cliente ya ha indemnizado de "manera simbólica" a sus hijos y que actualmente está en trámites para indemnizarle con la entrega de una vivienda en Rumanía y de vehículos.
La víctima había acudido horas antes a un puesto de la Guardia Civil a denunciar a su pareja, hechos que se investigan. La mujer tenía dos hijos mayores de edad en común con el acusado. Ambos están personados en la causa y la Fiscalía pide que sean indemnizados cada uno con 100.000 euros por los daños morales.
La Fiscalía, que aprecia la circunstancia agravante de parentesco, pide imponer al hombre una pena de 22 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía.
El Govern balear, a través de la Abogacía de la Comunidad, también está personado en el procedimiento como acusación popular. Pide, como la Fiscalía, 22 años de prisión. Por su lado la acusación particular, que representa a los hijos de la víctima, también pide que se le impute un delito de malos tratos continuados.