Situada a la salida del núcleo, en dirección a Porto Petro, y sumado al crecimiento del pueblo de los últimos años, ha hecho que las zonas habitadas estén de cada vez más cerca del foco del problema. Pero la situación se agrava con el aumento de la población durante la temporada turística, y desde el consistorio no se puede hacer nada porque la gestión de las depuradoras es competencia del Govern.
Además, hay una nueva cuestión que han detectado los vecinos, y que el Ajuntament ha confirmado: la única depuradora de la zona sur de Mallorca donde se puede hacer tratamiento de los residuos de los pozos negros, es la de Cala d’Or.
Las otras opciones más cercanas son Manacor o Palma; el resto de depuradoras del Migjorn no tienen las instalaciones adecuadas o simplemente no están abiertos. Esto se traduce en que durante el verano, puede haber más de 200 descargas cada mes, con el agravante que puede ser a cualquier hora del día, ya que las empresas autorizadas pueden acceder a las instalaciones según sus necesidades.
Además, los técnicos municipales de Medio Ambiente del Ajuntament de Santanyí advierten que este es uno de los procesos que peor olor puede generar, y que por eso los residentes lo sufren a cualquier hora del día.
La alcaldesa pedánea de Cala d’Or, Bàrbara Xamena, ha puesto en conocimiento de la situación a la Conselleria de Medio ambiente y a ABAQUA, los responsables de la gestión de la mayoría de depuradoras de Balears.
Según Xamena: “Cala d’Or, junto a Manacor y Palma, son los municipios más cercanos del sur de Mallorca que están preparadas para el tratamiento de residuos de pozos negros. Pero las empresas especializadas de la zona vienen aquí a vaciar los camiones; es decir, los vecinos de Cala d’Or somos los que sufrimos los problemas de todo el Migjorn de la isla. Por eso pedimos a la Conselleria que intervenga y que habilite más puntos de descarga a otras depuradoras como las de Felanitx, Campos o Llucmajor”.