Estos trabajadores, pertenecientes a la UTE Limpol, constituida, entre otras, por las empresas Lireba y Cisba, formada esta última por personal discapacitado, perciben salarios que rozan el SMI, dependiendo del convenio colectivo aplicado, existiendo de este modo, dentro de la misma UTE, diferencias en nómina que superan los 2500 euros anuales brutos entre trabajadores de la misma empresa que desarrollan las mismas funciones. Esta forma evidente de discriminación afecta únicamente al personal con discapacidad.
Quieren informar de que "el IME conoce estas circunstancias sin que haya actuado hasta el momento, como responsable del control según consta en el contrato correspondiente, para evitar esta injusta situación que, una vez más, afecta al colectivo más desprotegido".
También denuncian "la excesiva carga de trabajo y exceso de control que viene sufriendo el personal de limpieza de Son Moix y la utilización de personas con discapacidad con fines únicamente lucrativos que benefician únicamente a las empresas concesionarias y al propio Instituto, en detrimento de los derechos de los trabajadores, en este caso, con una discapacidad reconocida".