Según han informado las patronales del comercio en un comunicado, tras haber transcurrido 20 días desde la publicación del tweet de Molina, estas han solicitado sus disculpas y han decidido presentar la querella para "restablecer el honor y la imagen dañada del sector".
De este modo, han querido aclarar que están "en contra de la venta ambulante ilegal y de la venta de productos falsificados" y han asegurado haber transmitido su "descontento" al alcalde de Palma, Antoni Noguera, quien "ha decidido no tomar cartas en el asunto".
"Molina que, ante la situación que vive Palma con la venta ambulante ilegal, se ha permitido el despropósito de afirmar que el problema son los comerciantes y ha llegado a proclamar que se trata de una campaña racista, se niega a pedir disculpas al sector del comercio", ha concluido la nota.