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Marc Pons y la Ley Nadal

En el próximo pleno del Parlament Balear, a celebrarse el martes 22 de mayo, formularé una pregunta al Conseller Marc Pons acerca de la llamada enmienda Nadal.

Es una pregunta anunciada y una respuesta esperada. Se hace más que nada para dejar constancia que la presente diputada dio apoyo a la formación de un Govern para el cambio político en Baleares. Apoyo que se ha traducido en una decepción que alcanza su máximo estado ante el procedimiento con la que el PSIB ha gestionado la llamada enmienda Nadal. No solamente han desvirtuado el trasfondo de la Ley de Vivienda, su finalidad social, y sus limitaciones frente a la especulación urbanística, sino que han terminado traicionando la coherencia entre fines y medios. Se lleva a pleno tal cuestión no solo para dejar constancia de que han destruido las políticas sociales que prometieron en materia de vivienda, sino para que el Conseller Marc Pons y el PSIB de Francina, nos dejen una nueva lección de comunicación política, de sofismo aplicado y demagogia intelectual. Simplemente hacen lo contrario de lo que dicen, y en las materias y líneas estratégicas más significativas.

Conteste lo que conteste el sr. Marc Pons, lo único que no va hacer es dimitir, y es eso lo único que puede salvar a Francina Armengol de ser, por tanto, la responsable directa de esta jugada mercantil, porque esto es cualquier cosa menos política. Piensan que se pueden permitir el lujo porque no hay oposición, ni de izquierdas, ni de derechas. Por eso el PSIB se puede permitir preparar una enmienda que tire por tierra desde un plano ontológico el sentido de la Ley de Vivienda, por lo que deberíamos llamarla la Ley Nadal ya que será dicha ley la que permite un pelotazo y recalificación de esos terrenos.

No entro a valorar si era necesario, o no era necesario apoyar las instalaciones de Nadal para que pudiera meter más habitaciones, pues desde un turismo cualitativo y no de masas podría haberse estudiado. Aunque así de entrada, cabe recordar que el Centro Nadal pasará de un 15% de zona verde a un 5%, y no parece, a priori, la medida de la bandera de la sostenibilidad que enarbolan en su retórica política. Repito, las cosas primero se estudian y analizan con el conjunto de la cámara, no se enmiendan Leyes para desvirtuar todo su sentido porque puede fastidiar a tal o cual amiguete o familiar. El Pp ha preferido ser cómplice en lugar de Oposición.

Las palabras de Jarabo que anunció en prensa que habría “consecuencias”, obviamente no tenían ninguna fuerza, porque la fuerza de Podemos se perdió con la primera aprobación de presupuestos de la presente legislatura, a partir de ahí, su fuerza negociadora se desmontó -lo cual implicaba mi expulsión- para convertirse en los palmeros del PSIB y Més. Ahora bien, quiero reconocer la integridad de Més per Menorca, del sr. Castell y del sr. Martí ya que como impulsores de esta Ley de Vivienda son los primeros traicionados y desvalorados por el PSIB. No obstante, no han sido respaldados por los suyos en Mallorca, bastan escuchar las declaraciones de Fina Santiago vía cadena Ser en las que la Consellera asegura que el Pacte sigue estable, y que las disensiones y críticas son sanas. Son sanas, pero nada cambia, y le han preparado una enmienda a los Nadal presentada por el PP, ya que los del Pacte no tenían valor para ello. Algo absurdo, ¿qué pensaba el señor Pons que el PP le guardaría el secreto?

Lo que hace el Pacte encabezado por el PSIB, y bajando a las otras instituciones como los Consells, no es política buena, es política de partidos y sus equilibrios con los lobbys de poder. El mensaje que mandan a la ciudadanía es muy claro, piensen en todos esos colectivos de personas sin vivienda o en situaciones de precariedad de la misma, aquellos que no tienen enmiendas para que las leyes les favorezcan.

Piensen en la política general del techo habitacional que es necesario en Baleares, ¿se lo han aplicado a los hoteleros? Las clases trabajadoras y populares, los colectivos que padecen el problema de la vivienda, -que es un problema transversal-, no merecen que se ultrajen sus derechos, pues para ellos iba destinada la nueva Ley de Vivienda, y no para Nadal. Con esta violación de derechos de aquellos a los que iba destinado la Ley de Vivienda murió el Pacte, sin embargo, no salgo de mi asombro al ver como la derecha y los medios y opinadores han decidido pasar de puntillas por esta cuestión central. Hace un mes escaso, en sesión parlamentaria, advertía a Podemos y a Més de que se cuidaran del PSOE-PSIB ya que les venderían a la derecha en cuanto giraran la cabeza.

Actualizado: 14 de marzo de 2022 , , , , ,

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