Ascendieron a 583.425 los accidentes con baja y a 738.584 los accidentes sin baja. Todo ello supone, respecto a 2016, un aumento del número de muertes en el trabajo del 4%; el del número de accidentes con baja, un 5%. Si estos datos de pos si son suficientemente alarmantes, más inquietante aun es la tendencia al alza consolidada de la accidentalidad en España en el último lustro.
Los números no engañan y, aunque haya quienes los justifiquen con base en la creación de nuevos puestos de trabajo tras un largo periodo de crisis y destrucción de empleo, los datos señalados son un contundente indicador de que la recuperación de la economía española no ha ido acompañada de una mejora de las condiciones de seguridad y salud en el trabajo, sino más bien lo contrario. Los trabajos son cada vez más precarios y más inseguros.
¿Por qué nuestro país sigue suspendiendo en accidentalidad? Pese a contar con una ley preventiva de más de 20 años de antigüedad y reconocimiento manifiesto en la Constitución de 1978 del Derecho a la protección de la salud.
A ese respecto, desde USO-Islas Baleares llevamos años denunciando que el sistema preventivo con el que contamos no está funcionando por múltiples motivos.