Con esta adquisición, la flota de vehículos eléctricos de TIRME pasa a ser de 20 unidades, de un total de 23 vehículos, un 87% de la flota es de movilidad eléctrica.
Casi un 25% de los gases de efecto invernadero proceden de los vehículos de combustión interna (gasolina y diésel). La adopción de nuevos medios de transporte eléctricos ayuda a evitar el calentamiento global del planeta.
La sustitución de los vehículos de combustión por vehículos eléctricos se perfila como una de las mejores alternativas para reducir las emisiones de CO2, principal causante del efecto invernadero. Por todo ello, TIRME apuesta por la movilidad sostenible (movilidad eléctrica) al generar cero emisiones directas.
Los coches eléctricos son una apuesta medioambiental capaz de restaurar la calidad del aire de nuestras ciudades, uno de los objetivos de la UE para 2030 que pretende avanzar hacia una economía baja en carbono dentro del marco de la nueva economía circular.
Con esta adquisición de vehículos eléctricos se reducirá el consumo de combustibles fósiles en unos 27.000 litros anuales y se reducirán las emisiones de CO2 a la atmosfera en unas 46 toneladas anuales. Esta es la modesta contribución de TIRME a la transformación del sector del transporte para incrementar su eficiencia medioambiental, atendiendo a la gestión eficiente y al fomento de los medios de transporte de menor coste ambiental y energético como principio de actuación, reduciendo de esta forma su propia huella de carbono.
