Según ha explicado el cuerpo policial en un comunicado este lunes, la detenida utilizó un cuchillo de cocina para llevar a cabo la agresión.
Cuando los agentes llegaron a la vivienda, se encontraron en el rellano de la escalera a la víctima consciente y con la espalda totalmente ensangrentada.
Los agentes entraron al interior del domicilio, donde aún se encontraba la mujer, a la que localizaron en su habitación con el cuchillo tirado en el suelo.
La víctima explicó a la Policía que su pareja, desde hace ocho años, es "muy celosa" y que la agresión se había producido tras una discusión iniciada cuando él se estaba vistiendo para ir a trabajar y ella le recriminó que en realidad, si se vestía así, era para irse de fiesta con otras mujeres.
Al abandonar la habitación, el hombre aseguró que sintió un fuerte dolor en la espalda, fruto de la primera puñalada, y no pudo evitar el segundo golpe aunque sí le pudo arrebatar después el cuchillo.
En ese momento, un tercer inquilino de la vivienda, al escuchar el ruido en el pasillo, salió de su habitación y vio como la mujer se dirigía a la cocina para coger otro cuchillo de cocina, que ambos hombres le lograron quitar.
La víctima manifestó a los agentes que no era la primera vez que su pareja le apuñalaba con algún objeto punzante, ya que en el último año y medio ya le había clavado un tenedor en el tríceps y unas tijeras en la espalda.
La detenida, que tenía una Orden de Detención y Personación en los Juzgados de Violencia Sobre la Mujer, ha pasado a disposición