Esta decisión significa que, por el momento, queda parado todo el proceso impulsado desde el Ajuntament de Palma para derribar el monolito.
Según ha informado Cort en una nota de prensa, las medidas cautelares decretadas por la instancia judicial se toman a raíz de una solicitud formulada por la Associació per a la Revitalització dels Centres Antics (ARCA) ante la inminente interposición de una demanda por parte de dicha entidad contra el mencionado acuerdo y por la urgencia en que se tramita actualmente. El Ajuntament de Palma dispone ahora de tres días para presentar alegaciones.
En este sentido, el equipo de gobierno ha avanzado que se mantiene en los argumentos iniciales. "Sa Feixina no tiene ningún valor artístico ni patrimonial, hecho que nos avalan tanto los informes técnicos solicitados por el propio consistorio como los elaborados por los técnicos del Consell de Mallorca", han defendido desde el Ajuntament.