Se trata de un servicio de coste cero que podrá desarrollarse gracias a la colaboración altruista de muchas personas y entidades como clínicas veterinarias, educadores caninos y empresarios que han hecho posible la creación del "Dogspital". Dicho espacio será el lugar donde se producirán los encuentros entre las mascotas y sus dueños ingresados en el centro hospitalario.
La iniciativa sale de la Unidad de Seguridad del Paciente (USP). Así, para poder entrar en Can Misses, todos los animales deberán estar desparasitados, con las vacunas al día, limpios y sin sufrir enfermedad contagiosa alguna.
A pesar de todo, deberá ser el médico que trate al paciente ingresado quien autorice la visita de la mascota dependiendo del estado de salud del paciente. Tras dicha autorización, será el turno de los veterinarios los cuales comprobarán que el animal reúne los requisitos requeridos. Una vez superados con éxito todos estos trámites, el dueño y su perro podrán reencontrase en el "Dogspital", la sala habilitada para tal efecto.