La ciudad en la que más se han incrementado los alquileres desde el máximo de hace diez años es Barcelona, donde los precios son un 19,8% más altos que en 2007. Le siguen las subidas de Las Palmas de Gran Canaria (16,1%), Palma (14,1%), Madrid (7,2%), San Sebastián (6,2%) y Girona (3,3%).
Según este informe, en el resto de capitales los precios están aún por debajo del nivel alcanzado hace una década. En Málaga, el precio se sitúa solo un 0,3% más bajo, mientras que en Santa Cruz de Tenerife los precios están un 3,4% más baratos.
La ciudad en la que la diferencia con el punto álgido de la burbuja es más alta es Zaragoza (40,8%) seguida por Castellón (29,7%), Cádiz (29%), Guadalajara (28,7%), Ávila (25,8%), Toledo y Albacete (22,1% en ambas).
Por su parte, los precios se han reducido entorno al 20% respecto al máximo de 2007 en las ciudades de Santander (21,3%), Lleida (21,2%) y Murcia (20,6%).
Los precios han bajado menos de 10 puntos en las ciudades de Segovia (5%), Salamanca (5%), Cáceres (5,4%), Alicante (6,7%), Valladolid (6,8%), Pontevedra (7,4%), Córdoba (7,8%), León (8,3%) y Badajoz (9,2%).
Al estudiar el comportamiento de los precios desde el mínimo alcanzado tras la explosión de la burbuja inmobiliaria se comprueba que todas las capitales españolas han dejado atrás ese punto y ninguna marca precios mínimos.
La más cercana a este punto es Ávila, donde sólo se han recuperado un 1,8% desde el mínimo, seguida por Ciudad Real (2,9%), Jaén (3,4%) y Murcia (5,1%).
En el lado opuesto, se sitúa la ciudad de Barcelona, donde los precios han aumentado un 59,2% desde que tocaran suelo y comenzaran a subir. Le siguen los incrementos de Palma de Mallorca (47,7%), Madrid (32,2%), Las Palmas de Gran Canaria (29,6%) y Valencia (29,5%).