El abogado, que fue alertado por el padre del recluso, acusa de un delito de tortura a los funcionarios, cuya identidad desconoce.
El joven asegura que los trabajadores se pusieron guantes y empezaron a golpearle; además, sostiene que uno se ensañó especialmente con él. La defensa del recluso mantiene que como testigo cuentan con la madre del chico, que fue a visitar a su hijo este jueves y vio que presentaba "signos de violencia" y "rojeces en la cara".
Por ello, como diligencia prioritaria y urgente piden que se desplace al centro penitenciario de Menorca un forense para objetivar las lesiones del recluso y documentarlas fotográficamente.
Fuentes de instituciones penitenciarias consultadas por Europa Press han desmentido "tajantemente" estas acusaciones. Según han precisado, debido al régimen de internamiento los médicos visitan diariamente a este recluso y cuentan con partes médicos que afirman que no presenta ningún tipo de lesión.