Las investigaciones se iniciaron hace unos tres meses, cuando varios responsables de locales de juego de la Isla, informaron al Servicio de control de juegos de azar de la Jefatura Superior de Baleares, de la presencia en sus locales de determinados individuos que siempre conseguían llevarse numerosos premios de estas máquinas.
Así, se descubrió cómo diferentes individuos, en determinadas máquinas de juego, obtenían amplias rentas monetarias a través de realizar unas determinadas jugadas, haciendo entrar a la máquina en una especie de bucle, que se descontrolaba e iba otorgando premios incorrectamente.
Según destacan, varios de las personas que llevaron a cabo el fraude, presuntamente, habían manifestado ante la Policía que era una injusticia que no les dejaran entrar en algunos salones de juego.
