Con motivo de una visita oficial a Ruanda del Comité de Derechos de las Mujeres e Igualdad del Parlamento Europeo, los parlamentarios españoles Rosa Estarás (PP), Ángela Vallina (IU), Beatriz Becerra y Jordi Sebastià (Compromís-Primavera Europea) intentaron visitar a la prisionera política Victoire Ingabire pero el gobierno ruandés denegó el permiso para mantener la entrevista.
Ingabire fue condenada a quince años de prisión después de un juicio lleno de irregularidades denunciadas por los principales observadores internacionales, acusada de “negación del genocidio” y “divisionismo”.
Ingabire vivió refugiada en Holanda durante 16 años hasta el año 2010, cuando resolvió volver a Ruanda para hacer carrera política, pero su partido (UDF - Unión de Fuerzas Democráticas) nunca fue reconocido y a los pocos meses de su llegada fue encarcelada.
El Parlamento Europeo la nombró como finalista para el Premio Sajarov por la libertad de opinión en 2012 y en 2013 aprobó una resolución en la que expresaba su preocupación por su situación y la falta total de garantías durante su juicio.
A pesar de la denegación del permiso, los eurodiputados se acercaron a las puertas de la prisión y se fotografiaron allí mismo como acción de apoyo y de protesta.
El grupo de eurodiputados, que reúne a diferentes grupos políticos del Parlamento Europeo (PPE, ALDE, GUE y Greens-EFA), ha manifestado que no quiere que el caso de Victoire quede en el olvido y ha mostrado su preocupación por los informes de organizaciones como Human Rights Watch que alertan del deterioro de los derechos humanos, muy especialmente la libertad de expresión, en Ruanda.
Para los promotores de estas acciones, en tanto que una de las principales donantes en los fondos al desarrollo de Ruanda, la UE debe exigir un avance claro en el respeto de los DD.HH. y jugar un papel decisivo en la solución de casos como el de Victoire Engabire.
Los eurodiputados pudieron finalmente mantener una entrevista con Boniface Twagirimana, representante del partido de Ingabire, que mostró su satisfacción por la reunión y manifestó la situación de persecución y acoso constante con la que viven muchos de los políticos de la oposición a un régimen que se dice democrático pero que no respeta las elementales normas de participación y crítica.
Los eurodiputados se han coordinado para que sus respectivos grupos promuevan una nueva resolución sobre el caso de Ingabire en el segundo plenario del mes de octubre.
Además, dirigirán sendas cartas al presidente del Parlamento Europeo, Martin Schultz; de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker; y a la alta representante de asuntos exteriores de la UE, Federica Mogherini, pidiéndoles acciones concretas y urgentes para resolver un caso como este de flagrante violación de los estándares humanos respecto a los Derechos Humanos.