Javier Aguirre tenía razón y el Real Mallorca debía ganar como sea y lo logró. En un partido serio y sin conceder una sola ocasión al Atlético de Madrid, se adjudicó tres punto de oro que le sitúan fuera del descenso y le dan toneladas de ánimo y de moral para afrontar dos partidos claves ante el Elche y el Alavés.
El Real Mallorca fue justo vencedor al ser el único equipo que buscó la victoria. Sergio Rico no tuvo que llevar a cabo ninguna intervención de mérito en los 90 minutos y es que la defensa parece haberse asentado con tres atrás y dos carrileros largos. Por el contrario, Oblak tuvo que intervenbir en dos ocaiones de mérito en la segunda mitad. Primero con una excelente parada a lanzamiento de Oliván desde la frontal antes del único gol del partido, y después del uno a cero, con una gran parada a Raillo dentro del área.
Destacar la buena segunda mitada de Kubo. El japonés estuvo muy activo y dinamizó el juego ofensivo mallorquinista.
Los últimos minutos fueron un sufrimiento más por los tres puntos que estaban en juego que por el peligro del Atlético de Madrid.
La única mala noticia del encuentro fue que el pelotazo que recibió Baba en la cabeza. El centrocampista tuvo que retirarse en camilla y se le harán pruebas para descartar cualquier lesión cervical.