¿Qué supone para usted la primera experiencia como director de torneo en su isla?
Me lo tomo con la mayor tranquilidad. Ya fui asesor y colaborador el año pasado, fue una gran experiencia. Humildemente voy a intentar hacerlo lo mejor posible porque me hace mucha ilusión y es un grandísimo reto. No me lo había planteado nunca y tengo muchas ganas de ver cómo va.
¿Cómo vendería Mallorca a aquellos que visiten la isla? ¿Qué tiene?
Mallorca reúne una serie de condiciones buenísimas. Para vivir, se vive muy bien porque salvo dos meses, el clima es muy bueno. Es una isla preciosa, tiene la tira de playas muy bonitas, la capital es muy de buen vivir, tiene mucha historia y además tenemos una gran gastronomía.
Si a usted le hubieran dicho cuando empezó a entrenar que habría un torneo de hierba en Mallorca…
No me lo hubiera imaginado. Jamás. Los mallorquines tenemos una dificultad en la que creemos que todo está muy lejos (risas). No estamos muy acostumbrados a eventos deportivos y la verdad es que con el Mallorca Open se ha roto un poco esa dinámica. Estamos encantados que e-motion haya pensado en nuestra isla para un torneo de esta categoría y que encima hayan depositado su confianza para una segunda edición.
Tener la misma hierba de Wimbledon… ¿Es un plus para el Mallorca Open?
Sin lugar a dudas. Hay varios pluses. Es muy difícil jugar un torneo de hierba en buenas condiciones climatológicas y en Mallorca el buen tiempo es garantía casi 100%. En muchas ocasiones o te llueve o hace frío y todo cambio. Aquí vendrán y podrán afrontar la semana con total tranquilidad porque sabrán que podrán jugar sí o sí. Y que las pistas estén supervisadas por el All England Club hace que además sea una garantía de cara a Wimbledon.
¿Le apetece el reto?
¡Sí, claro! Me apetece mucho. Tengo muchas ganas que esta isla siga teniendo un torneo de este nivel y me apetece ver a grandísimas jugadoras como Victoria Azarenka, Carla Suárez o Eugenie Bouchard, por poner algunos ejemplos. El tenis en pista de hierba es muy bonito. En el caso de Carla, además, es una delicia. Tiene ese tenis clásico de mano que para cualquier aficionado es un espectáculo.