La puesta de largo de Busquets llegó en Turquía, en 2009, siendo todavía un jovenzuelo de 20 años. Esa noche, el equipo venció en Estambul (1-2) y enderezó su clasificación para el Mundial de 2010, que todo el mundo sabe ya cómo acabó. Busquets, simplemente por recordar, fue una pieza básica de esa Selección que se instaló en el paraíso de Johannesburgo, presente además en los siete encuentros que España disputó en Sudáfrica.
El catalán aprendió de los mejores jugadores para luego ser él quien ejerciera de maestro de las generaciones actuales, un líder con galones que siempre se hizo respetar en el vestuario y que derrochó compañerismo por los cuatro costados. En su palmarés, además de ese Mundial que siempre lucirá en forma de estrella sobre el escudo de España, también está la Eurocopa de 2012, en la que Busquets estuvo presente en los seis partidos y formó parte del equipo ideal.
Marcó dos goles con el combinado nacional y entró en el club de las 100 internacionalidades en 2017, estirado el contador hasta las 143. En Catar, Busquets disputó su cuarto Mundial, alcanzando a Andoni Zubizarreta, Fernando Hierro, Íker Casillas, Xavi Hernández, Andrés Iniesta y Sergio Ramos. Y también igualó, con 17 partidos en el torneo más importante del mundo del fútbol (siete en Sudáfrica, dos en Brasil 2014, cuatro en Rusia 2018 y los cuatro de Catar), a Ramos y a Casillas. Además, estuvo en tres Eurocopas (2012, 2016 y 2020) y en dos Copas Confederaciones. Un futbolista de récord.
Con 34 años, Busquets pone el punto final a esta gran carrera como internacional. Desde la Real Federación Española de Fútbol, gratitud eterna por este brillante camino. Gracias, Sergio. Gracias, capitán.