El Girona se ratificó como el peor equipo de la competición como local y continúa complicándose la vida, ya que hace más de cinco meses que no suma los tres puntos. Consciente de que romper la pésima racha que atraviesa en Montilivi resulta imprescindible para aspirar al sueño de la permanencia en la máxima categoría del fútbol español, el Girona, dispuesto en un 4-3-3 inequívocamente ofensivo, se hizo con la posesión del partido desde los primeros instantes.
Sin embargo, las imprecisiones en los últimos metros fueron una losa demasiado grande para el conjunto de Eusebio Sacristán. Los pupilos de Rubi aguardaron sus opciones replegados en su propia mitad de campo, pero, aunque Borja Iglesias ofreció una versión gris en los primeros 45 minutos, fueron mucho más incisivos en sus aproximaciones, liderados por un hiperactivo Wu Lei.
El delantero asiático tuvo en sus botas las dos ocasiones más claras de toda la primera parte, con un derechazo que salió rozando la escuadra de la portería de Bono, que reapareció como titular, y con una preciosa vaselina que se marchó desviada. El Girona, espoleado por un Montilivi indignado con el criterio del colegiado Eduardo Prieto Iglesias, lo intentó, además de con un tímido remate de Portu que Diego López blocó sin demasiados problemas, con una infinidad de centros laterales que no encontraron rematador.
La segunda mitad arrancó con el mismo guión de la primera. El Girona parecía tener la situación bajo control, pero, más allá de dos disparos lejanos del Choco Lozano, no sabía dar con la tecla para inquietar al que hasta la fecha era uno de los dos peores equipos del campeonato como visitante.
Los blanquiazules, en el minuto 57, volvieron a rozar el gol en una acción en la que Borja Iglesias cazó un rechace de Bono a disparo de Wu Lei en el área pequeña, pero no supo encontrar portería. La ocasión del '7' blanquiazul fue el preludio del 0-1, obra de un Sergi Darder que, en el minuto 58, batió al arquero marroquí con un potente disparo desde el balcón del área local, alimentando los miedos de un Girona que cada vez ve el abismo más cerca.
Pero, cuando parecía más tocado, el conjunto de Eusebio Sacristán, que intentó revolucionar el encuentro con la entrada de Patrick Roberts y Douglas Luiz, consiguió restablecer el equilibrio inicial a través a un penalti transformado por Cristhian Stuani, que se consolidó en el podio de la clasificación del Pichichi con su 18º gol.
Ya en el minuto 88, la fortuna volvió a darle la espalda a un Girona que vio como un disparo lejano de Sergi Darder se introducía en su portería al golear primero en el palo y después en la espalda de Bono, encajando la tercera derrota consecutiva y complicándose todavía un poco más la vida.
