Mora y Torres, subcampeones mundiales en 2018, debutaban como pareja en unos Juegos Olímpicos y lograron el diploma después de una carrera de 50 kilómetros y 200 vueltas al Velódromo de Izu donde nunca estuvieron dentro de la lucha por las medallas.
De hecho, solo lograron puntuar en tres de los 15 primeros esprints, dentro de los 20 que componían la prueba, y en el último cuarto se vieron obligados a lanzarse al ataque, pero no consiguieron su objetivo de ganar vuelta al resto de rivales.
Aún así, en los esprints 16, 17 y 18 sumaron 9 de los 14 puntos que engrosaron su marcador final, una mejoría que les valió para escalar posiciones y asegurar el diploma olímpico, finalizando a 23 puntos de la frontera de las medallas.
En esa pelea, Morkov y Hansen, que llegaban como vigentes campeones mundiales, volvieron a ser los mejores para sumar 43 puntos y aguantar el ataque final de Gran Bretaña (40), que se tuvo que conformar con la plata con la misma puntuación que Francia (40), bronce tras dominar durante la primera mitad.
