Levantar un primer título en la Coupe Rogers de Montreal, sin embargo, es un anhelo que el suizo tratará de sofocar durante esta semana. Como segundo cabeza de serie y tras una temporada con un balance (31-2) y un botín (cinco títulos) de impresión, el de Basilea llega dispuesto a cerrar un círculo pendiente.
“Nunca he ganado en Montreal. Estuve muy cerca años atrás ante Novak [Djokovic], en el tiebreak del tercer set”, recuerda Federer sobre la final alcanzada en la temporada 2007. “No he jugado en Montreal muy a menudo en mi carrera, he ido más a Toronto. Pero Canadá nunca ha sido sencillo, porque llega inmediatamente después de Wimbledon. Normalmente es mi primer torneo en Norteamérica y, por ese motivo, he sufrido” señala Roger, dos veces campeón en la sede alterna de Toronto (2004, 2006) pero privado de gloria en la base francófona del torneo. “Sería increíble ganar aquí, pero eso queda muy lejos. Espero que sea algo de lo que poder hablar en 5 ó 6 días”.
A la dificultad histórica para dominar el torneo se añadirán las condiciones climatológicas. “El viento es brutal”, advierte Roger. “Si sigue de esta manera buscar el ritmo va a ser algo imposible. Otros años hemos jugado aquí con altísima humedad, bastante calor,. Esta vez va a ser un torneo de Canadá diferente a lo que estamos acostumbrados. Llego a Montreal como el chico nuevo que no tiene experiencia y que busca ganar por primera vez”.