Para el servicio, tanto Murray como Djokovic escogieron al estadounidense John Isner y al australiano Nick Kyrgios.
Para el resto, ser intercambiaron los papeles y mientras que el británico eligió a Djokovic, el serbio se quedó con el resto de Murray.
En el golpe de derecha, Djokovic se quedó con la del argentino Juan Martín del Potro y con la de Roger Federer, aunque también destacó la del chileno Fernando González.
Murray se descantó por la de Rafa Nadal, definiéndolo como el golpe que le ha permitido mantener el éxito durante tantos años.
Para el revés, Djokovic se quedó con el de Murray y el del suizo Stan Wawrinka, especialmente cuando puede pegarlo con altura en tierra.
Murray volvió a tirarle un piropo a su compañero y escogió el revés del serbio.
«De los jóvenes me quedo con el de Daniil Medveded», apuntó Djokovic.
Para la volea hubo unanimidad y ambos se quedaron con la de Federer por ser la más completa.
«Creo que se le infravalora su capacidad para subir a la red después del saque», dijo Djokovic.
También hubo unanimidad con la mentalidad, donde salió elegida por ambos bandos la de Rafa Nadal
«La mentalidad de campeón que ha producido a lo largo de estos años... Cómo ha vuelto tras lesionarse muchas veces, la resiliencia que muestra en la pista, cómo sale a la pista que parece que vas a medirte a un gladiador...», explicó Djokovic.
Para terminar de construir el tenista perfecto, en el apartado físico Djokovic eligió a David Ferrer, destacando su espíritu de lucha, mientras que Murray dijo dos. El francés Gael Monfils, por lo que puede hacer con su físico, y a Djokovic por la regularidad a lo largo de los años.
