«Después de eso el partido cambió mucho y empecé a jugar con más calma y más agresivo», explicaba Nadal minutos después del partido.
En lo que va de competición, el de Manacor sólo ha dejado escapar un set de los 16 que ha jugado, que se llevó el croata Marin Cilic en el partido de octavos de final de este lunes.
El número 2 del mundo quiso además dar la enhorabuena a Berrettini, de quien dijo es «muy joven» y tiene «un gran futuro por delante».
Entre el público se encontraba precisamente el único otro italiano que llegó a las semifinales del Abierto de EE.UU., Corrado Barazzutti, que logró la hazaña en 1977 pero fue derrotado por el estadounidense Jimmy Connors.
La del domingo será la quinta final en el Abierto de EE.UU. de Nadal, en la que se enfrentará contra el número 5 de la clasificación mundial, Daniil Medvedev, otro jugador de 23 años, y a quien el mallorquín describió como «un jugador sólido» y «el que mejor está jugando este verano». «Tendré que jugar mi mejor tenis. (...) En una final de un Grand Slam no puedes esperar un oponente fácil», aseveró.