Nadal se convierte así en el cuarto tenista que alcanza el millar de victorias, una clasificación liderada por el estadounidense Jimmy Connors con 1.274, seguido del suizo Roger Federer, con 1.242, y del checo Ivan Lendl, con 1.068.
Rafa Nadal y Feliciano López han disputado uno de los grandes partidos de lo que llevamos de Masters 1000 de París Berçy. Ha terminado con victoria del balear (4-6, 7-6 y 6-4), pero durante muchos minutos se vio zarandeado por un jugador más rodado y mucho más especialista en este tipo de pistas.
Un mal comienzo del trece veces campeón de Roland Garros condicionó el desarrollo del encuentro. En un abrir y cerrar de ojos, el toledano se puso con un 'break' de ventaja y utilizó la eficacia de su servicio y la velocidad de la pista para ir anotando juegos en su marcador, hasta el punto de apuntarse el primer set por 6-4 y llevar el segundo hasta un agónico desempate sin margen de error para Nadal.
Pero a ese momento ya llegó una versión mejorada del número dos del mundo, que hizo valer su experiencia para llevarse el tie break antes de conceder pelotas de partido. Ya con el duelo equilibrado y más tranquilo por haber sobrevivido a una situación límite, Nadal conseguía una ruptura inicial en el tercer set y esa ventaja ya no la iba a dejar perder hasta el final del partido.
Seguro que servirá al tenista balear este ajustado triunfo en el que ha tenido que rehacerse a un mal inicio y ha tenido en frente a uno de esos jugadores cuyo tenis siempre complica a Nadal. Feliciano López jugó como mejor sabe, con potentes servicios, subidas a la red y con puntos lo más cortos posible.
Superado este primer trance, ahora su siguiente rival en los octavos de final será el australiano Jordan Thompson, otro tenista cuya mayor virtud es su potente servicio.