En una noche en la que la temperatura fue subiendo con el paso de las horas a pesar de que el sol se había ido, Nadal despachó al italiano 6-1 y 6-1 en apenas una hora y seis minutos.
"Ahora me voy a tirar a la piscina, estoy como si hubiera salido de ella. La humedad es muy fuerte, pero hoy casi no hubo viento, así que fueron buenas condiciones", explicó el español apenas concluyó el partido en la pista central del Abierto Mexicano de Tenis.
"Creo que he hecho un partido muy completo, me estoy sintiendo bien. Es una satisfacción ver que estoy jugando bien después de un mes sin competir", agregó el número seis del ranking.
El italiano fue agresivo y subió a la red en repetidas ocasiones, pero se enfrentó con un Nadal inspirado que mostró una variedad de soluciones ante cada ataque rival.
El público mexicano idolatra a Novak Djokovic, pero con Nadal tiene una relación especial. Hoy la conexión volvió a ser inmediata. "Me siento como en casa", admitió el balear.
Las últimas dos veces que estuvo en Acapulco, el ex número uno del mundo ganó el torneo y hasta ahora no ha perdido ningún set en México.
La diferencia con aquellos dos títulos es la cancha. La clásica arcilla, superficie favorita de Nadal, fue sustituida a partir de 2014 por una pista dura.