Tras unos minutos en el vestuario, el germano regresó a la pista apoyándose en dos muletas para saludar al público.
Los dos tenistas habían sobrepasado las tres horas de partido y el español acababa de igualar a 6 juegos el segundo set, tras haber ganado el primero por 7-6 (8).
El rival de Nadal saldrá del duelo entre el noruego Casper Ruud y el croata Marin Cilic.
Nadal reconoció que, pese a la alegría que supone alcanzar una nueva final, no podía ocultar su tristeza por la retirada de su rival en esas condiciones.
"Es duro verlo así, estoy triste por él, ha jugado un gran torneo, ha luchado por ganar un Grand Slam y no podrá conseguirlo por ahora. Lo lamento mucho", dijo.
El español reconoció que el partido fue duro -"tres horas y ni siquiera se cerraron dos sets"- y reiteró su pena por la retirada del alemán: "Para mí es un sueño, pero acabar así es un poco triste. Es un momento difícil para mí ver así a Sasha".
El alemán, semifinalista la pasada edición, había plantado cara al español, que no demostró el mejor juego desde su llegada a la tierra batida de París.