«No he tenido malas sensaciones. Me he demostrado que estoy listo para más de lo que he hecho, que ha sido caer en primera ronda», aseguró el mallorquín, que lamentó que el sorteo le cruzara de entrada contra «uno de los mejores del mundo».
Pesa a ello, afirmó que tuvo sus opciones en el partido y que sintió que por momentos hacía buen tenis, aunque insuficiente para batir a un rival de la talla de Zverev. Sobre su futuro, Nadal aseguró que se da de plazo hasta los Juegos de París para ver si está en condiciones de seguir: «Ahí haré un balance, veré cómo estoy a todos los niveles, de motivación, físico,... y tomaré una decisión». «Pero si es mi última vez en Roland Garros, me voy en paz conmigo mismo, he pasado 20 años aquí, lo he dado todo por este torneo. Mi sueño era volver, he perdido, pero eso forma parte del juego», dijo.
Nadal agradeció el apoyo del público, entre los que estaban los números 1 masculino y femenino, el serbio Novak Djokovic y la polaca Iga Swiatek, además de su compatriota Carlos Alcaraz. «Es normal que estuvieran, podía ser mi último partido aquí. Es normal que se interesen por verme en este lugar donde tanta historia he acumulado. Eso significa que he dejado una herencia positiva», comentó.
El español consideró poco probable que vaya a disputar la temporada de tierra batida, porque "sería poco inteligente hacer la transición al césped para regresar después de nuevo a la tierra batida para los Juegos.