La lluvia, sin duda, acudió al rescate del actual campeón y diez veces ganador en la arcilla roja parisina, y mermó al sudamericano, incapaz de encontrar el tenis con el que había amenazado al número uno del mundo el miércoles.
El manacorí ya había hecho un amago de reacción tras la primera suspensión, pero, en unas condiciones diferentes, con el sol reinando en la Philippe-Chatrier, apenas dio opciones en un cambio de guión un tanto inesperado y producido por la tremenda mejoría del juego del primer cabeza de serie, por undécima ocasión en su carrera en la penúltima ronda de este 'Grand Slam'.
El bonaerense había sido el gran dominador en la primera parte del partido. Con un tenis agresivo y dominador, había logrado romper la racha de 37 sets ganados de forma consecutiva del español en París, y se marchaba a vestuarios por primera vez con ventaja de 3-2 y 'break' en el segundo parcial. Pero la momentánea detención ayudó al balear, que retornó mucho más concentrado y remontó para quedarse al borde de igualar el partido con 5-3 a su favor y 30-15.
Y como sucediese en la final de Roma de hace unas semanas ante el alemán Alexander Zverev, Nadal no dio excesivas concesiones en la conclusión del partido. Recuperó su mejor tenis y el control del partido con gran autoridad y de nada sirvieron los intentos del argentino, que pasó a ser el que no jugaba dentro de la pista y acumular un error tras otro.
El 'drive' del número uno del mundo comenzó a crecer de forma demoledora y el revés a dos manos también hizo daño a un Schwartzman, que sólo pudo sumar cuatro juegos desde la reanudación del partido, mientras que el diez veces campeón, que había perdido cinco servicios, no cedió ninguno más.
El de Manacor cerró sin contratiempos lo poco de segundo set que le faltaba y rápidamente abortó cualquier intento de reacción del de Buenos Aires, al que rompió en dos ocasiones y al que únicamente dejó ganar un punto al resto antes de tener problemas para finiquitar la manga cuando el argentino tuvo cuatro bolas de set para dar algo de emoción.
El cuarto y definitivo parcial mostró el mejor tenis de Rafa Nadal. A golpe de ganadores (18), el tenista español no aflojó y pese a la continua resistencia de Schwartzman, terminó por derribarla y meterse en una penúltima ronda donde nadie le ha ganado en este escenario.