Mallorca ha amanecido soleada. No ha sido únicamente por el sol que en estos últimos días ha llegado a la isla y es que, el equipo de Vicente Moreno consiguió ganar al Zaragoza por tres goles a cero. Una victoria que llegó en lunes, ante más de 7.000 aficionados y que desde principio a fin se vio un equipo unido. Unido desde el primero hasta el último. Desde los once que jugaron hasta los desconvocados que esperaban a sus compañeros en la puerta del vestuario.
El mallorquinismo está disfrutando. El mallorquinismo, sin mirar la clasificación, ve en el equipo una piña, una unión. Después de estos últimos años de sufrimiento y de no ver buen fútbol, se vuelve a mirar hacia adelante. Con cabeza y calma el Mallorca está en posiciones de playoff. A estas alturas ya son 51 puntos y con la permanencia ya asegurada, solo queda mirar arriba. Dos puntos por encima de Cádiz y a siete del ascenso directo, el Mallorca no va a regalar nada.
Quién nos lo diría cuando hace dos años se bajó a 2aB, sin ánimos ni nada y hoy el Mallorca está dónde está. Un proyecto que parecía se iba a ir desinflando, al final ha parecido resurgir para llegar a lo que somos hoy en día. Un club en toda regla. Una base que sigue del año pasado y que hacía años que aquí no veíamos esto. Con bajas, pero que los fichajes han servido para dar ese saltito de calidad.