El Mallorca sacó más que un punto en Villarreal. Un punto de oro. Desde que el arbitro pito el inicio del partido hasta el minuto 90, el Mallorca fue muy inferior. En juego, tácticamente y en todo. Mucho fue, bajo mi punto de vista, el empate.
Un penalti justo antes del descanso dio alas a los de Vicente Moreno. El penalti transformado por Aridai, parecía el despertar de los jugadores. No fue así. La segunda parte tuvo, exactamente, el mismo guión que la primera. Superioridad del filial amarillo en todas las partes del campo. Tenemos que darle las gracias a los jóvenes y, aún inexpertos, jugadores del Villarreal por no querer dejarnos en evidencia.
Así no vamos. A nueve jornadas de que esto acabe, el colchón se está desinflando. Si no es con el Villarreal, es con el Elche. Debemos recordar que al Mallorca le quedan unas salidas muy duras. Elche y Hércules entre ellas. Es raro que en Mallorca cuando algo va tan bien no se tuerza. Somos así. ‘Sufridors de naixement’.
Una cosa clara tenemos y es que si hemos conseguido llegar a donde estamos, es porque todos hemos remado hacia el mismo lado. Jugadores, cuerpo técnico y aficionados. No tiene que acabar. Ahora es cuando tenemos que demostrar nuestro apoyo. Y ellos su trabajo, claro está. Que nos brinden una victoria ante el Formentera y a retomar la buena dinámica.