El partido arrancó con un ritmo muy trabado y con muchas interrupciones que no permitía a los equipos coger ritmo. Con esta dinámica, ninguno de los dos equipos lograba hacerse con el control del juego. Sin embargo, el Palma encontraría el premio en su buen trabajo en la presión defensiva. Rafa López conseguía recuperar el balón en pista de ataque para ceder el esférico a Eloy Rojas para que perforara la portería rival. Podía ser un punto de inflexión en el partido pero la alegría en la escuadra visitante duraría muy poco. Menos de un minuto exactamente, el tiempo que necesitó el Peñíscola en empatar de nuevo el partido mediante Rubén Orzáez y se regresaba al escenario anterior, eso sí, con unos minutos en los que los baleares fueron algo más protagonistas llegando con asiduidad a la portería rival pero sin ocasiones excesivamente claras. Los mallorquines intentaron cambiar el signo del marcador antes del descanso y en el último minuto dispuso de dos ocasiones de Eloy Rojas que no logró transformar en gol y los jugadores se marchaban a vestuarios con empate momentáneo.
La segunda mitad empezó con otro ritmo. Situaciones de ida y vuelta que permitían a ambos conjuntos llegar al área rival. Claudino tuvo la mejor para los locales en una acción a balón parado mientras que Eloy Rojas volvió a poner a prueba a Molina en una acción de contraataque. Sin embargo, el tanto llegaría en una acción a balón parado. Más concretamente en una falta directa que logró convertir Pani para adelantar a los de Juanlu Alonso. El Palma Futsal buscó la respuesta primero en las botas de Raúl Campos y posteriormente en las de Vilela que se topó con la madera. Los mallorquines desaprovecharon sus oportunidades y veían como el partido se complicaba todavía más con un nuevo tanto de Rubén Orzáez cuando se acababa de rebasar el ecuador de la segunda parte.
La situación era complicada para los intereses baleares y por eso Vadillo decidió poner portero-jugador a ocho minutos para el final. Seguían pasando los minutos sin que Palma lograra siquiera recortar en el marcador. Y nos sería porque no lo intentara porque hubo ocasiones de todos los colores pero la pelota no quiso entrar hasta que Vilela sobre la bocina conseguía marcar su primer gol como verde pistacho que no serviría para puntuar. Así se llegaría al final del partido y los baleares no conseguirían sumar en su visita a Peñíscola y piensan ya en regresar a la senda de la victoria este mismo domingo en Zaragoza.