"Ya veremos qué sucede. No es una obsesión, siempre hago mi camino, y estoy contento. Mi felicidad no dependerá de si bato o no a Federer", dijo este sábado en una entrevista con Il festival dello Sport, una serie de conferencias del deporte organizado por el diario italiano Gazzetta dello Sport.
La participación de Nadal fue justo en la previa a la final en París, donde aspira a su 13º título e igualar por primera vez a un Federer que marca el techo del tenis, una carrera con la que buscar el mejor tenista de la historia. Por otro lado, el balear explicó su rivalidad con el de Basilea.
"Es una rivalidad positiva, sana, con una buena relación personal, con un gran respeto, amistad. La rivalidad ha evolucionado, como la siento hoy es distinto a cómo la sentía años atrás. Hoy es más tranquilo, cuando era joven era intensa, ahora los dos estamos felices de nuestra carrera", dijo, horas antes de medirse con un Djokovic que persigue también ese récord de 'grandes' y que podría sumar el 18º.