Miquel Bestard, visiblemente emocionado, ha recordado que “la primera vez que entré en la FFIB fue 1987, fui seleccionador y campeón de España, fui presidente del Comité de Entrenadores durante 8 años, pero ahora ha llegado el momento de dejarlo. A mis casi 80 años, las fuerzas van menguando, debo centrarme en mi familia y en mi salud. Lo he hecho lo mejor que he podido, lo mejor que he sabido y he dejado una federación moderna, saneada, que ha pasado de tener 13.000 fichas federativas a las más de 30.000 en la actualidad y con ambicioso Plan Estratégico en marcha. Creo que es el momento de dar paso a nuevas generaciones”. Bestard ha hecho una férrea defensa hacia Rubiales: “Te lo he dicho en privado y lo digo en público, siento la campaña sucia que estás padeciendo, lo importante es encontrar al delincuente que roba los datos íntimos que intentan atacar el trabajo bien hecho”.
Posteriormente, ha sido el turno del discurso del presidente nacional, Luis Rubiales, quien ha agradecido a Bestard “su trabajo, lealtad y cariño”. Para el presidente de la RFEF, “Bestard ha sido y será el mejor presidente que haya podido tener la FFIB. No te voy a dejar que te vayas de la Vicepresidencia de la RFEF. Quiero que sigas a mi lado, porque me has ayudado mucho. Quiero decir ante la Asamblea, que cuando inicié mi mandato de presidente, Miquel me dijo no te voy a pedir nada para mí. Pero quiero que la gente preparada del fútbol balear, se vea representada en la Española porque aquí hay gente muy buena que pueden hacer mucho por el fútbol español. No le hice caso, lo nombré vicepresidente, además de estar representado el fútbol balear en los Comités. Ha sido un honor que nos acompañaras por Europa con la selección, siempre con esa templanza, dejando en muy alto nivel al fútbol español. Eres una persona de la que aprendo a diario, transmites aplomo, credibilidad, cariño y siempre con una sonrisa. Miquel, eres un dirigente único, sincero, leal, pero sobre todo, eres mi amigo y te quiero mucho”.
Al acabar su discurso, Rubiales ha entregado a Bestard la Medalla de Oro de la RFEF por su trayectoria, haciendo subir a su mujer e hijos, “como broche final de su trabajo en la FFIB, pero como punto y seguido en la RFEF”.