Como aquellos tantos con los que debutaba en cada competición con el Real Madrid reapareció Marco Asensio después de la primera lesión grave de su carrera. Un largo periodo en la sombra para recuperarse de la rodilla. Segundos en el campo para demostrar que está tocado por una varita mágica. Sentenció un partido que se atascaba para el conjunto madridista hasta que conectaron la visión asistente de Hazard y la definición de Benzema.
No le salió bien de inicio el plan a Zidane. Juntó a todos sus centrocampistas para tener más control, modificó el sistema y perdió desborde en los últimos metros. Erró en la colocación de sus piezas. Fede Valverde rebaja su potencial caído a banda derecha. Deja de ser ese futbolista que exhibe poderío de lado a lado de la cancha. Pese a un inicio con voluntad, el orden del Valencia y su intención de ser directo ante la pasividad defensiva madridista variaron el rumbo.
Los problemas defensivos con los que llegaba el equipo de Celades invitaban a probar suerte con disparos desde cualquier lugar pero Cillesen estuvo firme. El arranque madridista dejó cinco llegadas a la portería valencianista. Casemiro con su disparo lejano, Kroos sin precisión y Hazard probaban la seguridad del portero neerlandés que se lucía sacando con los pies la más clara al astro belga. Reapareció su conexión con Benzema que le dejó el balón perfecto de cara para poder abrir el marcador de zurda.
El Valencia se quitó de encima el dominio con un fútbol directo que por momentos metió el miedo en el cuerpo a su rival. Rodrigo avisó tras ganar la espalda a Varane con un disparo cruzado que repelió el poste. Maxi peleaba todas con los centrales madridistas y su posición provocó la jugada polémica del partido. El tanto que adelantaba al equipo ché a los 21 minutos fue anulado por el VAR.
En esta ocasión Rodrigo no perdonó, apareciendo donde huelen el gol los matadores en el segundo palo tras un centro de Gayá con mal despeje de Carvajal que aprovechó Soler para filtrar el pase entre líneas. Por medio estuvo, viniendo de posición antirreglamentaria Maxi, que se quedó quieto y dejó a interpretación del colegiado la acción.
El susto no despertó al Real Madrid de su irregularidad. La tuvo Carvajal, el mejor en el equipo de Zidane en la primera parte, pero no superó a Cillesen tras sorprender con su subida y perdonó Benzema libre de marca para un remate de cabeza que convirtió en despeje. Era un espejismo, Courtois salvó a su equipo volando a un latigazo de Kondogbia y Ferrán perdonó por pensar en exceso la resolución de una jugada.
Pedía a gritos extremos el juego del Real Madrid. Su juego al pie y los problemas en ataque estático no provocaron la reacción de Zidane. Tuvo confianza, esperando el momento en el que golpear. Y llegó la primera vez que su equipo pudo correr. Tras la falta de tensión de Gameiro nada más entrar al campo, perdiendo un duelo con Ramos en banda que cogió descolocado a su equipo.
Apreció Hazard para conectar con Modric y poner calidad en la asistencia. Su complicidad con Benzema que cruzó el disparo en carrera a la red para sacar del apuro al Real Madrid. Todo lo bueno del Valencia desapareció en la segunda parte y los de Zidane fueron a más quitada la presión de verse obligados a ganar.
Con el marcador a favor desataron su mejor fútbol. Especialmente cuando llegaron los cambios tardíos de Zidane. Solo dos y sin contar con Bale, cada día con menos opciones de jugar. No se lo pondrá fácil Marco Asensio que firmó la reaparición soñada. Nada más pisar el césped mandó a la red el primer balón que tocó. Mendy se fue de Wass y su asistencia sentenció el duelo.
Al Valencia no le quedaban fuerzas. Su oportunidad se había escapado y se despidió sufriendo ante las carreras de Vinicius, con el tercero firmado por Benzema en una acción magistral. Asistió Asensio para que controlase en el aire con la derecha y la enganchase de zurda a la escuadra. En cuanto el Real Madrid tuvo espacio para correr liberó un juego de mayor brillantez para mantener el pulso con el Barcelona antes de una jornada señalada en rojo.