El fichaje de Morlanes por club balear ha sido fruto de una cesión del Villarreal. “Pablo Ortells me propuso el proyecto. Necesitaba un cambio de aires. Todo ha superado las expectativas que tenía”, confiesa. Morlanes, que también cursa Economía a distancia, ha explicado que sus estudios son un refugio personal: “Lo hago a distancia y voy muy poco a poco, cuando me gradúe seguramente le saque unos cuantos años a la generación que le toque en ese momento. No he parado ningún año de estudiar, es una manera de evadirme y de dedicar tiempo en mí”.
A pesar de la exigencia de compaginar estudios con su carrera futbolística, Morlanes ha perseverado. “La clave ha sido no parar nunca; cuando paras luego cuesta arrancar. Intento en casa sacar rato para estudiar cuando no tengo nada que hacer. Me quedan 7 asignaturas y espero en unos años haberla acabado”, comenta el jugador, que ha mostrado compromiso por continuar formándose.
Para él, el fútbol va más allá de los goles y el espectáculo. “Me gusta analizar el fútbol desde una perspectiva mucho más amplia de lo que el espectador suele ver. En mi día a día, me gusta saber por qué pasan las cosas e intentar buscar soluciones”, explica Morlanes, quien encuentra en el análisis táctico una de sus pasiones. “El fútbol es una partida de ajedrez en la que los movimientos pueden decidir el porvenir de un partido”.
A pesar de su interés en la táctica, Morlanes ha reconocido la dificultad del rol de entrenador. “Ser entrenador es muy complicado, lidiar con tantas personalidades y jugadores. Admiro a todos los entrenadores, no es sencillo gestionar al que no juega y ser el señalado cuando las cosas van mal”.
El futbolista también ha reflexionado sobre la imagen pública de los jugadores. “Somos un producto, parece que no podemos tener nuestros problemas. Sabemos lo que rodea este deporte y el fanatismo que hay”, explica Morlanes. “Este tipo de podcast ayuda a que nos conozcan más y vean que somos personas normales”.
Finalmente, Morlanes ha descrito su relación con el fútbol como un trabajo. “La pasión dejó de ser pasión cuando mi vida depende al cien por cien de esto. Cuando en verano juego con amigos ahí aparece el fútbol pasión, pero cuando visto la camiseta del Mallorca es trabajo. Me debo a unos colores y a una gente que ha confiado en mí”.