"El año pasado estuve 14 partidos y en los 10 últimos partidos sumamos 20 puntos. A dos puntos por partido seríamos casi campeones. Yo creo que el equipo del pasado año era bueno, este año es diferente. Estoy contento porque si no el equipo no funcionaría".
"Nadie consigue todo lo que quiere a la hora de formar una plantilla o un equipo, pero yo estoy contento. Aquí hay dos hándicaps: el primero que estamos en una isla y a veces cuesta salir de un entorno y el segundo es el campo de césped artificial que es matador".
"Es una realidad que nos falta gente por las bandas. Yo tengo un once que está muy bien, pero pueden haber lugares o puestos en que necesitaríamos más opciones para poder subir el nivel de competitividad. Lo hemos intentado, el club lo ha intentado pero no ha podido ser porque hay otros clubes que también buscaban lo mismo y en caso de duda los jugadores van a otro lugar. Yo hablé con un futbolista y me dijo: "es que me llaman del Castellón".