«El Mallorca es un club que está cambiando. Cayó, supo levantarse, supo trabajar y supo ser humilde. Y esos valores son importantes. Por fin somos un club con el que la gente quiere asociarse, un club que da orgullo y por el que ya no hay que sentirse avergonzado, sino un club positivo, creíble y serio y eso para nosotros es una fuente de orgullo».

«Cuando hablamos de otros clubes, como el Tenerife, Oviedo, Rayo o Cádiz, que pasaron años en Segunda B, nos damos cuenta de la dificultad que entraña esta categoría y lo difícil que es conseguir lo que hemos conseguido en un año. Estoy orgulloso de los chicos y han hecho un trabajo fantástico».

«Aprovechando que están las autoridades me gustaría decirles que vamos a una categoría complicada, donde partimos con desventaja porque muchos clubes tienen un apoyo institucional muy importante y es el momento de estar todos juntos. Necesitamos apoyo, emocional y logístico y es importante que nos apoyéis como lo estáis haciendo o más hacia el objetivo que todos queremos, que es estar arriba».