Un partido que promete poner en máxima dificultad al Alba. “El Mallorca es un equipo que a nivel defensivo funciona bien. Son fuertes en su estadio. Gestiona bien sus posesiones de balón. Intentaremos que nos dañen lo menos posible sabiendo que vamos a tener que tener mucho esfuerzo y fútbol para afrontar este partido”.
El examen lo encarará Ramis, eso sí, con todos los jugadores a su disposición. “Están todos disponibles. Mañana decidiremos. A Mathías Olivera lo veo ya disponible”. “Teniendo todos disponibles barajo opciones. Hay jugadores que entrenan bien y merecen jugar. Tenemos que afinar y tocar la tecla adecuada para que suene bien. Estoy contento con los mensajes de querer jugar y competir que mandan desde el grupo. Me dificulta pero también me gratifica tener un grupo tan comprometido”, agregó.
Elegir es la tarea que tiene ahora por delante el entrenador albacetista. “A los entrenadores nos gusta tener posibilidades. Hay desgraciadamente muy pocos momentos en los que toda la plantilla está disponible. Indica que el trabajo de carga, de prevención, con lesionados, es bueno. Me gustaría tener siempre a todos disponibles. Y yo decido. Desgraciadamente no será así siempre”.
Ramis fue cuestionado por la cómoda plaza que ocupa el Alba en la clasificación, actualmente quinto clasificado. “¿El inicio? Cada partido es diferente. Prefiero estos comienzos que no, pero no quiero ideas precipitadas de lo que pueda ser dentro de tres meses. Cada partido es diferente y de máxima exigencia. Tenemos dos opciones, mirar la clasificación y no corregir o esforzarse y no mirar nada más. Ellos ven todas las semanas imágenes de cada partido para que reconozcan que han hecho bien y no tan bien. Hay dos situaciones claras que han visto esta mañana. Si paramos, el rival nos arrolla”, analizó. “Me preocupa, un ejemplo muy claro, la diferencia entre la primera parte y la segunda del partido ante el Cádiz, concretamente la intensidad con la que se presionaba al poseedor del equipo rival. ¿Por qué pasa esto? Tiene que ver con la actitud colectiva. Eso pasa también porque el rival te exige mucho y hay momentos en los partidos en los que te vas dos metros hacia atrás y quiero que se den hacia delante. Tenemos que aprender a dar respuestas contundentes. No es fácil, pero lo han hecho. El día del Reus por ejemplo. El equipo se mantuvo a 15 metros alejado del área. Y defendió mejor que el otro día”