El principal cambio en el aspecto de los monoplazas será la del Halo, un dispositivo de protección formado por tres barras de titanio para mejorar la seguridad del piloto en caso de accidente y, en particular, para desviar de la cabeza los posibles objetos sueltos en la pista.
En el 2018 se prohíben dos elementos: la aleta de tiburón, que se situaba sobre el la tapa del motor y que mejoraba la estabilidad del tren trasero, y el T-Wing, el elemento que aportaba un mejor flujo de aire hacia la parte trasera y aportaba algo de carga.
En un intento por hacer que las unidades de potencia de la F1 sean más fiables y permitan reducir todavía más los costes, esta temporada cada piloto sólo dispondrá de tres motores para una campaña de 21 carreras.
También cambia el sistema de resalidas tras una bandera roja en carrera y sin coche de seguridad. Ahora es real, como en la primera vuelta, sólo que algún piloto puede haberse quedado sin neumáticos nuevos y tendrá que salir con los usados con la falta de grip y temperatura que ello comporta, o con nuevos pero no perfectos en su ventana de temperatura.
Este 2018, Pirelli pondrá a disposición de los equipos tres compuestos para suelo seco, en cada gran premio, además de una gama más amplia de compuestos, que ahora incluye el nuevo 'hiperblando' con una marca rosa, y el 'superduro', con una marca naranja. Esto significa que habrá un total de siete tipos de neumáticos: hiperblando (rosa), ultrablando (púrpura), superblando (rojo), blando (amarillo), medio (blanco), duro (azul) y superduro (naranja).