Tras su derrota ante el Sevilla en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán (2-0) el equipo balear ha quedado a expensas de lo que hagan sus rivales en la lucha por evitar el ascenso, Deportivo Alavés, Celta y también el Leganés.
Penúltimo con 32 puntos, 4 menos que babazorros y celtiñas y empatado con los madrileños, que le superan en el cómputo particular, el equipo de Vicente Moreno se aferra a un milagro para no descender.
El Mallorca volvería a Segunda si Alavés y Celta igualan el resultado -victoria, empate o derrota- que los bermellones obtengan ante el Granada.
Se da la circunstancia de que el Mallorca se jugará sus opciones de permanencia en las dos últimas jornadas ante rivales que también lo fueron la pasada temporada en Segunda.
El conjunto mallorquinista se niega a tirar la toalla y, según han insistido jugadores y cuerpo técnico en la últimas horas, exprimirán hasta el último minuto sus posibilidades de evitar lo que sería el octavo descenso a Segunda de su historia.
Sin embargo, los problemas se le acumulan al Mallorca en una penúltima jornada decisiva para sus intereses. Moreno tendrá que improvisar un lateral izquierdo tras la baja de Fran Gámez por sanción, después de que el Comité de Competición desestimara el recurso de los mallorquinistas contra la quinta tarjeta amarilla que vio el jugador de Puerto de Sagunto.
El flanco zurdo de la defensa ha sido un auténtico quebradero de cabeza para los bermellones durante toda la temporada. Por lesiones graves ha perdido a los ghaneses Baba Rahman, Lumor Agbenyenu y al griego Leonardo Koutris.
El Mallorca, no obstante, confía en solventar con un triunfo la visita del Granada continuando con la racha de dos victorias consecutivas en casa ante el Celta y el Levante, y que sus rivales directos fallen en una jornada 37 decisiva.