Al parecer mafias del este de Europa y de países asiáticos contrataban o seleccionaban a jugadores, entrenador o directivos de equipos de Segunda B y Tercera. La cantidad por cada partido amañado llegaba a los 30.000 euros , lo que supone que cada jugador podría embolsarse una cantidad cercan a los 2.000 euros.
Hay que señalar que el presidente de la Federación de Futbol de les Illes Balears, Miquel Bestard, participó en un coloquio en el que mostró su preocupación por este asunto y manifestó su agradecimiento a los cuerpos y fuerza de seguridad del Estado.
Hay que remarcar por otra parte que aquellos que perpetren estos amaños o participen en estos engaños pueden tener penas de cárcel y con multas bastante importantes.
Finalmente aseguran que demostrar tales amaños no son fáciles de demostrar, que no se trata de un práctica generalizada y que la vigilancia policial es exhaustiva.
