El mercado de invierno ha servido para apuntalar las zonas endebles del equipo y para demostrar que con “chequera” y con un mínimo de conocimientos se pueden hacer buenos fichajes para afrontar los retos en esta categoría.
Por el contrario, el At. Baleares sigue con su” Via Crucis” particular. Con la mente puesta en salir del descenso y con una realidad que le hace muy difícil el poder salir.
Si el ejemplo del Mallorca es saber salir a golpe de talonario, el del equipo de la Vía de Cintura es no saber rectificar con talonario y caer en la misma piedra año tras año.
Se equivocan por dos veces de entrenador y a la tercera sí traen a un míster que conoce la categoría. El problema del alemán es que no se rodea de gente competente. Tan difícil es saber elegir a un compañero de viaje con conocimientos de fútbol.
Uno no entiende cómo personas llegan a lo más alto en sus negocios y luego tropiezan con lo más fácil.
El equipo de Manix Mandiola tendrá que sumar los tres puntos ante el Elche porque otra derrota haría que la salvación fuera una quimera.