Ha sido una decisión muy complicada para mi vida personal y profesional pero estoy muy ilusionado. Estamos trabajando duro con un grupo de personas muy válidas que confían en mejorar el fútbol en Estados Unidos. En nuestro país, el fútbol (o soccer) necesita un líder que entienda este mundo, que sepa como ayudarle a crecer y desarrollar este deporte como se merece. Estoy preparado para liderarlo.
Es un desastre, una tremenda decepción. El problema no es la clasificación, es la base. Necesitamos entender como hacer crecer el deporte y aprender de países como España. Por ello, estoy con un equipo de profesionales de todo el mundo para desarrollar un proceso de trabajo integrador y conectado con el fútbol internacional.
Por supuesto. Sigo al Mallorca a diario en redes y veo casi todos los partidos. Este club es un regalo por su historia. Y por ello confiamos en el presente y en el futuro de la entidad. Me he enamorado de este club y de su manera de trabajar. Acaba de vivir una época complicada pero volverá donde se merece y será mucho mejor. Este año estoy disfrutando.
Intento ver el Mallorca como un espejo. Me gusta la filosofía, la pasión de la afición y la cultura futbolística que hay en la isla y en España. Quiero que me sirva para poder mejorar en Estados Unidos. El Mallorca es un regalo y un apredizaje. Yo que he sido jugador, entiendo más que nunca como se vive todo. La experiencia es un grado.