"Estamos cabreados, no contentos. El problema no es el entrenador, debemos sacarlo nosotros y trabajamos para ello, que nadie se piense que no buscamos soluciones. El problema es que no tenemos continuidad durante los 90 minutos, es más mental que de juego. Intentamos encontrar la tecla durante la semana".
"Los jugadores estamos convencidos de que lo vamos a sacar, no nos damos por vencidos. El equipo está convencido de que vamos a ir para arriba".
"Hay que pensar partido a partido, no podemos hacer cuentas porque te pueden no salir y el desanimo puede ser más grande, hay que pensar en cada domingo".
"Veo un vestuario unido, la gente que no tiene minutos lo da todo y no juegan por una decisión técnica y ello es bueno y positivo para nosotros. El míster es sincero con nosotros. Lleva a los mejores en cada partido por su rendimiento semanal, y no hay ningún jugador apartado. Todos en el vestuario somos iguales".