El español Alex Márquez (Estrella Galicia 0'0 Kalex) no estuvo demasiado afortunado y se fue por los suelos en la sexta vuelta, en la quinta curva del trazado tailandés, poco después de que su compañero en el equipo cervecero, Joan Mir, también hubiese acabado de la misma manera la carrera.
En la salida, quien partió como una exhalación fue el italiano Lorenzo Baldasarri, el más rápido de los entrenamientos, para asumir el liderato de la carrera, seguido por su compatriota Francesco Bagnaia (Kalex) y el portugués Miguel Oliveira (KTM).
En apenas unas cuantas curvas, en la tres, ya perdía la carrera a dos contendientes de cierta relevancia, el español Joan Mir (Estrella Galicia 0'0 Kalex), el alemán Marcel Schrotter (Kalex) y el también español Augusto Fernández (Kalex), que fue el primero en fallar la adherencia en su moto y con ello se llevó por delante a sus rivales.
Enseguida tomaron algunos metros de ventaja Oliveira, Baldasarri y Bagnaia, a los que se unió el surafricano Brad Binder (KTM), mientras que a Alex Márquez (Estrella Galicia 0'0 Kalex) un leve toque al principio le hizo perder algo de terreno.
Desde algo más atrás, Alex Márquez intentó remontar posiciones y llegó a estar en la quinta plaza, pero en su afán de no perder más terreno respecto a sus rivales cometió un error en la curva cinco que le hizo rodar por los suelos sin ninguna posibilidad de continuar la prueba.
Los «toques» en cabeza de carrera se convirtieron durante algunos instantes en una constante, con Bagnaia rozando el carenado de la KTM de Oliveira y pidiendo disculpas enseguida, o Binder apurando al máximo el trazado para intentar que no le superase Bagnaia, que logró su objetivo, como también poco después el de doblegar a Oliveira en tanto que Lorenzo Baldasarri, autor del mejor tiempo de entrenamientos, se iba por los suelos en la novena vuelta.
En la décima la ventaja del trío de cabeza, Oliveira, Bagnaia y Binder, ya era nítida, aunque un error del surafricano le hizo perder el contacto con la cabeza y verse «neutralizado» por sus perseguidores, el francés Fabio Quartararo (Speed Up) y el italiano Luca Marini (Kalex).
En esos momentos de la carrera Iker Lecuona (KTM) era ya el mejor español en la séptima posición, en un trío en el que estaban el italiano Mattia Pasini (Kalex) y el japonés Tetsuta Nagashima (Kalex).
Bagnaia aguantó un par de vueltas tras Oliveira y en el duodécimo giro decidió pasar a la acción para, a ritmo de vuelta rápida de carrera, intentar poner tierra de por medio, un objetivo que, poco a poco, consiguió.
En la vuelta decimoquinta eran nueve décimas de segundo, en la siguiente la ventaja era de un segundo escaso sobre Miguel Oliveira y 1,3 respecto de Brad Binder, que ya eran sus únicos contendientes con ciertas posibilidades de arrebatarle la séptima victoria de la temporada y, un giro más tarde, había ganado una décima y media al cronometro respecto a sus rivales.
La ventaja de Francesco Bagnaia fue en aumento hasta la bajada de la bandera de cuadros, cuando acumuló un segundo y medio de ventaja, pero no respecto de Oliveira, su rival directo por el título, sino sobre su propio compañero de equipo, Luca Marini, quien en la última vuelta superó al portugués y con ello benefició aún más a su compañero de equipo pensando en la tabla de puntos del mundial.