"Metimos la pata bien metida. Fuimos un equipo competitivo en los primeros 45 minutos, con carencias, defectos y virtudes, pero la segunda parte fue un desastre total"
"Lo que ha sucedido es increíble, sobre todo viendo los primeros 45 minutos, donde superamos al Granada. Pero después fuimos un equipo desconocido. Encajamos pronto y a partir de ahí entraron los nervios. Fue un desorden brutal, bola que tiraban bola que iba para dentro. Son esas tardes en las que no encuentras explicación. ¿Cómo es posible que no se nos haya olvidado jugar en la segunda parte?"
"Pero también es cierto que no podemos cerrar la puerta y decir se acabó y que ya no pelearemos ni mucho menos. Tenemos que dar la cara, no meter la cabeza bajo tierra. Pero mañana toca faena porque en Sevilla será un partido durísimo. Nos quedan 9 puntos en disputa y hay que ir a por ellos"