La semana pasada ganamos en Málaga con un gol en los últimos instantes protagonizado por dos jugadores que salieron desde el banquillo; ayer se gano, diría que ya desde las duchas, con un golazo de Álex López que no jugaba, ya no de titular, ni siquiera disfrutando minutos desde el banquillo, desde hace varias jornadas. Y digo golazo porque la dificultad que entrañaba ese control de espaldas, al que nos tiene más o menos acostumbrados, de un globo lanzado por Salva Sevilla al punto de penalti, zafarse de los dos defensores girándose y rematando a la media vuelta tiene mucho mérito. Y no hace mucho un empate valioso en Soria también llegando al final del partido. Hace no tanto tiempo todo lo que podía salir mal, salía mal; sin embargo ahora llevamos el viento de cola. ¡Dinámicas!
Empezamos el partido bastante bien con el único cambio en la alineación de Sastre por Gámez; el lateral se prodigó bastante en ataque y estuvo incansable, aunque creo que sin una definición clara en sus llegadas por banda; desde mi punto de vista ha de llegar más a la línea de fondo. El juego era bastante combinativo y la posesión era muy superior a la del Sporting, que apostaba por un juego más directo. Alguna jugada un tanto extraña de Reina, como un pase al contrario, un regate a Djurdjevic, pero sin transcendencia. Pero llegó el gol, en claro fuera de juego de Budimir, y a partir de ahí fuimos más tímidos a la hora de crear; el tesoro ganado nos hizo temer su pérdida. La lógica se impuso y los asturianos empataron sobre la media hora. Los últimos minutos de la primera parte fueron un poco de desconcierto.
Pero llegó la segunda mitad y los de Vicente Moreno se lanzaron a recuperar el botín perdido. Salva Sevilla hiperactivo, participando en todas o casi todas las jugadas; Dani Rodríguez dejándose ver por todas partes; las bandas se intercambiaron menos que en la primera; creo que Aridai baja mucho su rendimiento en la izquierda aunque entiendo la labor de despiste que tienen esos intercambios. Y llegan los cambios; Abdón y Leo, entraron como la semana anterior como recambios, digamos naturales, de Budimir y Aridai, es decir que no cambiábamos el esquema; éste si se vió profundamente alterado con la retirada de Marc Pedraza y la entrada de Álex. Y otro partido más, los cambios surtieron el efecto deseado y el quizás más relegado de los tres en los últimos partidos fue el autor de un gol con tintes épicos que hacen soñar nuevamente a Son Moix.
Pero hay que tener los pies en el suelo y aunque el ascenso directo parece muy cercano, 4 puntos, el caerse del play-off está a 6 o menos dependiendo del resultado del Málaga en Cádiz en el encuentro de hoy lunes. Aunque nadie nos puede quitar el derecho a soñar, y menos con la velocidad que ha cogido esta locomotora; difícil de parar. De los equipos de arriba somos los que estamos llegando con mejores sensaciones; únicamente el Osasuna se asemeja a nuestras últimas jornadas; y eso da mucha moral y confianza, ingredientes básicos para lograr la gesta soñada.
El sábado 11 a las 16:00 nos esperan en la Imperial Tarraco con un equipo ya en Segunda B y que nos podría dar otro empujón hacia el cielo del ascenso. Seguro que no será fácil pero creo que es una muy buena oportunidad de afianzar la posición que nos permite hacer cábalas.